Terapeuta gestalt, caracteristicas gestalt

Aunque cada vez más personas conocen qué es y cómo se trabaja en Gestalt, a continuación proponemos un listado de algunas de las principales diferencias existentes respecto a otros estilos psicoterapéuticos:


LA RELACIÓN TERAPEUTA-CLIENTE


Suele despertar curiosidad que prefiramos usar el término «cliente» al de «paciente». Un «paciente» es una persona enferma que va a curarse, alguien que espera. Un cliente simplemente es alguien que acude a la consulta, que es parte activa de su mejora y no un simple espectador.

En Gestalt no trabajamos desde la tradicional distancia aséptica entre terapeuta y cliente, sino que en las sesiones se establece una relación de tú a tú, cálida y empática, donde la cercanía es la base a partir de la que se construye la relación terapéutica. Una relación que es activa, donde el terapeuta acompaña al cliente a encontrar sus propios recursos, respuestas y soluciones. Éstos tendrán mucho más valor, fuerza y autenticidad siendo descubiertos por el propio cliente que si se los ofrece directamente el terapeuta.

Huimos de patrones paternalistas y evitamos victimismos (el cliente visto como una persona enferma o sin recursos). El crecimiento se da a partir de la interacción entre iguales, el terapeuta aportando sus conocimientos, experiencia y técnicas, el cliente en un papel activo, situándose como el impulsor de su propio cambio.

El terapeuta es un acompañante activo, un guía que en un inicio facilita el encuentro de los nuevos recursos y posteriormente se retira cuando la persona es capaz de usarlos por sí sola.


LA FORMACIÓN VIVENCIAL DE LOS TERAPEUTAS


En Gestalt además de cursar la formación oficial correspondiente en terapia Gestalt, como requisito indispensable debemos realizar un intenso proceso de terapia personal, tanto individual como grupal. Este hecho es fundamental y distinto de otros estilos terapéuticos: al haber recorrido previamente el camino por el que transitan nuestros clientes, el nivel de conocimientos, apoyo y acompañamiento terapéutico es más profundo, cercano y real que el que se puede ofrecer a partir de unos estudios exclusivamente teóricos.

Los terapeutas necesitan ser primero pacientes.
Deben, en el sentido ético del deber, saber lo que les va a ocurrir a sus pacientes. Guillermo Borja

Te recomendamos leer este artículo, donde exponemos las razones por las que realizar un aprendizaje experiencial es básico en cuanto a adquirir la madurez personal, empatía, perspectiva y profundidad necesarias para ser un/a buen/a profesional de la ayuda.


EL EQUILIBRIO ENTRE APOYO Y CONFRONTACIÓN


La confrontación es un elemento básico dentro de un enfoque Gestalt serio. Los terapeutas gestálticos apoyamos y reforzamos todo aquello que es positivo para el crecimiento y desarrollo del cliente, y que nace desde su parte sana y favorece su proceso y autoapoyo. También confrontamos todas aquellas evitaciones, resistencias y mecanismos neuróticos que entorpecen su proceso y le alejan de su equilibrio y bienestar.

Es importante remarcar el hecho de que confrontar no significa en ningún caso juzgar, rechazar o despreciar ningún aspecto del cliente, sino que se trata simplemente de devolverle un reflejo de sí mismo de forma asertiva, clara y amorosa que le ayudará en la toma de conciencia de su parte menos sana.

El equilibrio entre el apoyo y la confrontación es básico para realizar un proceso terapéutico adecuado y evitar caer en un papel pasivo o excesivamente complaciente por parte del profesional, cosa que iría en detrimento de la relación terapéutica y del resultado final del proceso.


LA EXPERIENCIA Y LA EMOCION FRENTE A LA RACIONALIZACIÓN


Cuando sólo se trabaja un problema o síntoma desde lo intelectual, el aspecto emocional (el origen de la mayor parte de dificultades) suele quedar relegado a un segundo plano, y por lo tanto, el asunto no queda integrado realmente, sino que sólo queda «entendido». Resulta un tanto contradictorio trabajar aspectos emocionales sólo desde un punto de vista racional.

gestalt terapia caracteristicasEl entender una cosa o lo que la origina no significa saber cómo gestionarla ni haberla «superado», si fuera así, ¡todos viviríamofelices y contentos después de leer un par de libros de autoayuda! 

Las técnicas gestálticas facilitan el contacto vivencial de las diferentes emociones para acercarnos a ellas de una manera más completa y profunda. La fuerza y el peso de una vivencia resulta básico para aprender, aceptar y transformar de verdad. La profundidad de la experiencia no se limita al simple entendimiento racional sino que deja huella en más niveles. 

 

«No podemos pretender comprender el mundo sólo desde el intelecto»
Carl G. Jung

En Gestalt consideramos que la persona es un todo formado por mente, emoción y cuerpo, por lo que buscamos el equilibrio de estos tres centros vitales como base para el bienestar. Por esta razón también le damos relevancia a lo corporal, muchas veces olvidado en algunos enfoques terapéuticos. En el transcurso de las sesiones si resulta adecuado, integramos el cuerpo al trabajo que estemos realizando, bien a nivel de refuerzo con lo que se está experimentando, bien con alguna técnica determinada.

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ES PARA TODO EL MUNDO


A diferencia de otras técnicas, la terapia Gestalt no sirve sólo para tratar síntomas y buscar soluciones a conflictos. Como su objetivo principal es el desarrollo del autoconocimiento y las capacidades de cada persona, también es válido para cualquiera en cualquier momento de la vida. Es una forma de estar en el mundo, de vivir, que sirve tanto a personas con dificultades concretas como a las que desean aumentar su bienestar sin encontrarse en ninguna problemática determinada.


EL ORIGEN (LO PROFUNDO) FRENTE AL SÍNTOMA (LO SUPERFICIAL)


diferencias terapia gestalt, caracteristicas gestaltLa mayoría de personas acuden a terapia por la aparición de algún síntoma (estrés, ansiedad, tristeza, problemas relacionales o emocionales, etc…), pero no hay que olvidar que un síntoma aparece siempre por una razón, que tiene un origen más profundo.

Si la terapia se centra tan solo en mejorar el síntoma, éste volverá a aparecer tarde o temprano, bajo la misma forma o bajo otra distinta, frente al mismo estímulo o frente a otro.

En Gestalt, consideramos a la persona como un todo y no nos limitamos a tratar el síntoma, sino que vamos a buscar su origen para no poner sólo “una tirita” encima de la herida, sino para sanar la herida en sí y evitar que vuelva a producirse el malestar que ocasionaba.

Podemos decir que el trabajo se realiza a dos niveles: uno más profundo en el que buscar y tratar la herida que lo origina, y otro que mejore el síntoma que está produciendo el malestar.


EVITAR LA INTERPRETACIÓN


El enfoque gestáltico huye de cualquier tipo de interpretación. La función del terapeuta no es la de interpretar lo que le sucede al cliente, sino la de facilitar que éste se conecte con su experiencia y tome conciencia por sí mismo. La interpretación de alguna manera es vista como «una invasión», que puede estar teñida con la visión personal y subjetiva del profesional e impedir el darse cuenta del cliente. Interpretar lleva al terreno de lo intelectual y pasa por alto lo que realmente tiene valor, que son las vivencias, emociones y sensaciones del cliente.

No obstante, un terapeuta Gestalt puede ofrecer una interpretación a su cliente siempre que advierta que lo está haciendo, y en cualquier caso, dejar que éste resuelva si le resulta útil o no.


EL MOMENTO PRESENTE FRENTE AL PASADO


Partiendo de que la experiencia de situarse aquí y ahora es ya terapéutica en sí misma, es únicamente en el ahora donde uno puede actuar, darse cuenta, transformar, elegir… El centrarse en el presente facilita el contacto con la vivencia y la responsabilidad sobre los propios pensamientos, sentimientos y acciones, que es el primer paso indispensable para el crecimiento.

Lo realmente importante es lo que le pasa a la persona en el ahora, qué dificultades está teniendo en el presente. Si estas dificultades se relacionan de alguna manera con su pasado, iremos a trabajar las experiencias pasadas como manera de sanar el conflicto actual.

Nuestro presente, el ahora, también contiene todo nuestro pasado: el conjunto de nuestras experiencias nos han convertido en lo que somos hoy, por lo que el pasado siempre está implícito y nos interesa en cómo se revela en el presente bajo diferentes aspectos. A nivel terapéutico, las situaciones no resueltas del pasado son traídas al momento presente. Esta actualización de la vivencia y sus emociones, facilita su revisión desde un punto de vista más profundo y sanador.

Hemos comentado brevemente algunas de las diferencias principales con la finalidad de despejar posibles dudas y dar a conocer nuestra forma de trabajar. Para conocer más detalles sobre el enfoque gestáltico, en este enlace puedes encontrar una breve explicación de cómo es una sesión de terapia y algunas de las técnicas que pueden utilizarse a lo largo de un proceso psicoterapéutico Gestalt.


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  • La imagen «deje que florezca» pertenece a Jopi