¡Los terapeutas también somos humanos!

«Pero si eres terapeuta, ¿cómo puedes estar mal?»

«Eso me lo dices porque me estás psicoanalizando»

«Cómo puedes decirme eso, tú más que nadie tendrías que saber cómo me puedo sentir»

«¿Cómo puedes enfadarte tanto siendo psicóloga?»

A veces algunas personas de nuestro entorno presuponen o nos exigen, más o menos conscientemente, una «perfección» imposible a los profesionales de la psicoterapia. Hoy vamos a explicarte algo menos conocido de nuestra profesión, estas actitudes que en ocasiones nos encontramos en nuestra vida personal y que a veces nos puede resultar complicadas de gestionar.


LECTORES DE MENTES

«Tú mejor que nadie deberías saber lo que necesito»

Las terapeutas no estamos constantemente analizando a las personas y su perfil piscológico o intentando averiguar sus emociones, pensamientos o motivaciones para saber cómo actuar y qué decir, ni tampoco viendo de qué forma podemos ayudar (o manipular…). Si estamos fuera de una sesión de terapia, simplemente…¡somos nosotras mismas!.

Aunque se mezclen de distintas formas según el escenario, una cosa es la persona y otra, el profesional 

Aunque según las circunstancias a veces ambas esferas puedan interaccionar, una cosa es el terapeuta y otra distinta, la persona. En el ejercicio profesional la parte personal se añade para actuar desde la propia esencia, siendo cercanos y auténticos, siendo nosotros mismos. También para actuar con empatía y sensibilidad, acompañar desde la cercanía y el interés real y aportar desde la experiencia personal cuando es necesario.

En la vida personal, por otro lado, permanecen los conocimientos y la intuición profesional. Observar ciertas situaciones o perfiles desde un punto de vista «terapéutico» es inevitable a veces, pero la actitud es en esencia completamente distinta: no es la terapeuta quien se relaciona con su pareja, amigo o familiar, sino sencillamente, la «persona».


NO SOMOS SERES DE LUZ

¡Para ser terapeuta te enfadas mucho! ¿Ya te aplicas lo que sabes?

Algunas personas creen que los terapeutas tenemos que ser seres perfectos que no se enfadan o entristecen, que actúan siempre correctamente, a los que no les afecta la ansiedad o la depresión, que tienen la respuesta adecuada, que han de resolver rápidamente los propios problemas, ayudar a todo el mundo, estar siempre disponibles, saber lo que todos necesitan…

La confusión entre la esfera profesional y la personal, en este sentido, crea la expectativa de tener que saber o adivinar estados emocionales, deseos y necesidades ajenas; «no permitiéndosenos» tener algunas conductas sanas y normales como poner límites, señalar lo que nos disgusta o actuar en contra de lo que el otro quisiera.

Conocer el funcionamiento de las emociones y tener recursos para gestionarlas no nos convierte en inmunes a ellas (¡menos mal!). Sí, tenemos más autoconocimiento y herramientas por el hecho de trabajarnos a nivel personal y la base teórica que nos proporciona nuestra profesión, pero no por eso dejamos de ser seres humanos que se enfadan, entristecen, se equivocan y no siempre son correctos. 

LAS TERAPEUTAS VAMOS A TERAPIA

terapia gestalt, bcn gestalt, gestalt barcelona, maximización

Todas tenemos patrones de comportamiento poco sanos que nos empujan a responder siempre de la misma forma ante determinados estímulos. El autoconocimiento es imprescindible para poder identificarlos y aprender otras maneras más sanas de pensar, actuar o gestionar nuestras emociones.

Un buen terapeuta necesita primero ser paciente y vivir el proceso por el que va a acompañar a sus clientes para poder hacerlo de manera ética, profunda y auténtica. También es imprescindible que trabaje primero sus propias dificultades en un proceso terapéutico profundo, para no correr el riesgo de encontrar en su cliente alguna cosa sin resolver o identificar en sí mismo y que eso entorpezca su progresión.

La ética profesional y la coherencia personal nos hace estar en continua auto-revisión, en una actitud y voluntad de conciencia permanente. Nuestro trabajo personal es continuo, nos conocemos bien y normalmente tenemos recursos para gestionarnos adecuadamente (que nos facilitan bastante la tarea, claro), pero seguimos siendo seres imperfectos con sus contradicciones, circunstancias y dificultades individuales.


RESPONSABILIDAD EXTRA

¿Cómo puedes decirme esto siendo terapeuta?. ¿Cómo no te das cuenta, dedicándote a lo que te dedicas, de cómo me afecta lo que haces?

A veces nuestra profesión es usada como arma arrojadiza (y manipulativa en ocasiones) exigiéndonos una cierta actitud terapéutica constante. Atender las necesidades emocionales de los demás, dar respuestas no en base a las propias opiniones sino en beneficio del otro, estar siempre disponibles para la ayuda, etc… hacen que a veces no se nos permita ser simplemente nosotras mismas. En algunos momentos entonces, se nos puede llegar a tachar de egoístas, malas profesionales o que no sabemos aplicar nuestros conocimientos en nosotros mismos.

gestalt en barcelona, coaching en barcelona, coaching, gestalt,terapia de pareja, terapia niños, terapia adolescentes, bcn gestalt

 

Ninguna persona lo tiene todo «resuelto» (si es que eso existe), es simplemente imposible por la propia naturaleza del ser humano y el transcurso siempre cambiante de la vida. Todos estamos en algún punto más o menos avanzado del continuo proceso de madurar, conocernos, trabajarnos, hacernos responsables de lo propio, aprender, sanar...

Los terapeutas también nos enfadamos, tenemos necesidades, nos agotamos, lloramos, nos equivocamos, ponemos límites, vivimos circunstancias complicadas, sufrimos ansiedad, nos cansamos, tenemos miedo, impaciencia, contradicciones, y problemas personales… porque también somos seres humanos. ¡Tenlo en cuenta con tu amigo, hermana o pareja terapeuta! ; )



– ¿Te ha gustado la publicación? ¡Compártela o coméntala!
– Únete a nuestro  Facebook y Instagram
- Si necesitas que te ayudemos a resolver un problema o realizar algún cambio, pídenos una primera cita gratuita.

Licencia de Creative Commons
Este artículo pertenece a Bcn Gestalt . Se permite compartir su contenido sólo citando la fuente. El texto está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional