Aunque sus inicios se sitúan en los años 40, en la última década la terapia Gestalt se ha dado a conocer con mucha fuerza gracias a sus técnicas vivenciales y sobre todo a sus resultados. Con todo ello también se han ido desarrollando algunos mitos en torno a sus fundamentos y prácticas.
En el artículo de hoy vamos a aclarar algunos de ellos para evitar que sigan creando confusión con respecto a la verdadera naturaleza y aplicaciones de este enfoque terapéutico humanista:
1- «Te vuelve en contra de los tuyos»
Aunque este mito podría ajustarse a cualquier enfoque psicoterapéutico, se ha extendido en relación a la Gestalt, de la que se dice que separa parejas, familias y amigos. Ni la Gestalt ni ninguna otra terapia, obviamente, separan nada. Se separa la persona que, a partir del trabajo que va realizando, toma conciencia de sus vínculos menos sanos y decide ponerles límites o romperlos. Quien se siente «perjudicado» suele ser quien se beneficiaba de ello…
Se separa quien toma conciencia de sus vínculos menos sanos y decide ponerles límites
Si nuestra pareja, amiga o familiar empieza a modificar sus conductas menos saludables o algunos roles establecidos y éstos nos beneficiaban de algún modo, la vía fácil es la de rebelarse contra el cambio culpando al proceso o al profesional. Hace un tiempo escribimos este artículo sobre el tema: