Cuando mantenemos una buena relación con nosotras mismas, tenemos mejores relaciones personales, somos más autónomos, tenemos más posibilidades de lograr lo que queremos y más recursos para afrontar dificultades. Podemos decir que de alguna manera una buena autoestima es como una vacuna que actúa eficazmente contra gran parte de los problemas, grandes y pequeños, que nos encontramos en el día a día.
El artículo de hoy es la continuación de este otro post, en el que hacíamos un pequeño resumen de 5 de los comportamientos que más dañan nuestra autoestima. Hoy queremos añadir unos puntos más para acabar de completar las actitudes que perjudican la relación que más tenemos que cuidar:
Contacta contigo mismo más a menudo, ocúpate de ti.
Si andas algo escasa de autoestima, lo más probable es que no pongas demasiada atención en satisfacer tus propias necesidades, bien porque no tienes demasiado contacto con ellas, bien porque estás más pendiente de lo que crees que necesitan los demás. Con el tiempo, esa actitud produce una profunda desconexión con lo que realmente es importante para ti, por lo que cada vez resulta más complicado que te des cuenta de qué necesitas, y, por descontado, de que seas capaz de proporcionártelo. Pregúntate a menudo cómo te sientes, qué necesitas hacer con esa emoción, qué te apetece de verdad, qué te sentaría bien… y sobre todo, sé consecuente con las respuestas.
Otro punto importante es el de dejar de poner la atención en las demás para ponerla en ti misma (este post te puede clarificar un poco cómo hacerlo). Aprender a decir que no cuando lo necesitas será básico para respetarte y no perderte en dar a los demás olvidándote de ti. Lo deseable es encontrar un equilibrio en el que poder respetar las propias necesidades, que permita a veces estar para los demás y a veces sólo para uno.
Empieza a atenderte, a aceptarte y a cuidarte ahora y sin ponerte condiciones.
«Cuando saque buenas notas sí que estaré orgullosa», «me gustaré cuando adelgace», «el año que viene me cuidaré más»… Todas estas formas de aplazar el autocuidado, además de perjudicar nuestra autoestima nos hacen crear unas condiciones muy concretas para sentirnos dignos de nuestro propio reconocimiento. Mientras no consigo lograr «aquello que hará que merezca quererme a mí mismo», lo que hago es enviarme un mensaje bastante negativo.
El único momento en el que puedes actuar es ahora. Si no pasas a la acción en este momento, podrías encontrarte postergando eternamente el empezar a quererte de verdad. Valórate tal y como eres… y ahora.
Pasa a la acción, muévete y actúa por ti misma. No dejes tu bienestar en manos de otras personas.
Aunque las relaciones personales influyen directamente en la autoestima y el bienestar, en realidad sólo nosotros somos los responsables de nuestra propia felicidad. Si trasladamos esa responsabilidad a otras personas, inmediatamente nos convertimos en víctimas, en sujetos pasivos a la espera de que alguien nos haga felices o nos solucione los problemas.
Busca la ayuda de las demás cuando la necesites, pero nunca pretendas que los demás «te hagan feliz» o «te salven», porque en esa actitud estarás menospreciando tu propia fuerza y los recursos que tienes para lograrlo (a parte de estar otorgando un poder que no le corresponde a otra persona más que a ti). Sólo tú puedes «salvarte». Confía en ti, todos tenemos la capacidad necesaria para estar bien y solucionar nuestros problemas.
No tomes tan en serio tus pensamientos y aprende a distinguir los sanos de los nocivos, los reales de los fantasiosos.
Todos sabemos que la mente es una gran productora de pensamientos negativos. Pero lo peor no es que nuestra mente fantasee con pensamientos angustiosos, sino que nos creemos nuestras propias fantasías.
Es lo que yo llamo el «efecto teletienda». Pon cualquier canal de ventas y observa sus anuncios: cremas que rejuvenecen 20 años, máquinas que te dejan los abdominales perfectos y bebidas que adelgazan 3 Kg al día… ¿verdad que no te lo crees? ¿Pues por qué no somos capaces de tomar esa misma distancia con los pensamientos fantasiosos que nos angustian? En ocasiones nuestra mente actúa como un canal de teletienda, nos intenta hacer creer algo que no es real. Puedes leer aquí un artículo sobre este tema.
Cuando podemos tomar una cierta perspectiva y darnos cuenta de que no tenemos que creer lo primero que nos pasa por la mente, empezamos a desidentificarnos de nuestros pensamientos y a liberarnos de la angustia que nos produce vivir bajo su tiranía.
La meditación y el Mindfulness son prácticas que te pueden ayudar en esta difícil tarea. Aprender a distinguir fantasía de realidad y los pensamientos desgastantes de los constructivos hará que dejes de castigarte por producir ese tipo de contenido mental, y que con el tiempo seas capaz de dejarlos pasar sin que te afecten tan intensamente.
Construye tu propio criterio y dale el valor que merece.
Cuando basamos nuestras decisiones en las opiniones de los demás, acabamos por perder el contacto con nosotras mismas. A la hora de tomar decisiones importantes, por ejemplo, esta actitud puede hacer que necesitemos el respaldo o la opinión de alguien como condición indispensable para actuar, o hacer que acabemos decidiendo lo que nos han aconsejado aunque no lo sintamos de verdad.
También influye en cosas más simples y cotidianas: si una película te ha gustado o no, qué opinas sobre un tema determinado o si el café que te han servido estaba bueno. Si te basas en las opiniones ajenas para crear la tuya, nunca dejarás espacio para saber realmente qué te gusta y qué no, qué necesitas y qué no. Poco a poco busca el espacio para expresar y formar tu propia opinión, y recuerda que es igual de válida que cualquier otra. Puedes escuchar y tener en cuenta las de lxs demás, pero sin darles más importancia que a las tuyas.
Aunque es necesario un trabajo más profundo y continuado para desarrollar recursos que fomenten tu autoestima, con estas reflexiones podrás empezar a poner conciencia a las actitudes que la dañan.
Si crees que aumentar tu autoestima te puede resultar beneficioso, te invitamos a contactar con nosotros en este enlace, a pedirnos una cita gratuita y sin compromiso para que te expliquemos cómo podemos ayudarte a conseguirlo.